viernes, 16 de septiembre de 2011

Oración de Yellow Lark, jefe indio Sioux


Oh, Gran Espíritu,
cuya voz escucho en los vientos
y cuyo aliento le da vida al mundo, óyeme.
Vengo a Ti como uno de tus muchos hijos.
Soy pequeño y débil, necesito tu fuerza y sabiduría.

Déjame caminar en medio de la belleza          

y permite que mis ojos

contemplen la puesta de sol roja y dorada. 

Haz que mis manos

respeten las cosas que has hecho

y agudiza mis oídos al escuchar tu voz.
Hazme sabio,
que pueda conocer las cosas que has escondido
en cada hoja, en cada roca.
Que si busco fuerza,
no sea para ser superior a mis hermanos,
sino para luchar con mi más grande enemigo:
yo mismo.
Hazme estar siempre listo
para venir a Ti con las manos limpias
y la mirada clara,
que si la vida se disuelve

como la luz en la puesta de sol,

mi espíritu pueda ir a Ti sin vergüenza.

CUANDO POR FIN SE ENCUENTRAN DOS ALMAS de Victor Hugo




Cuando por fin se encuentran dos almas,

Que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío,

Cuando advierten que son parejas,


Que se comprenden y corresponden,

En una palabra, que son semejantes,

surge entonces para siempre

una unión vehemente y pura como ellas mismas,

una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.

Esa unión es amor,

amor auténtico,

como en verdad muy pocos hombres pueden concebir,

amor que es una religión,

Que deifica al ser amado cuya vida emana

Del fervor y de la pasión y para el que los sacrificios

Más grandes son los gozos más dulces.


Victor Hugo